miércoles, 1 de agosto de 2012

historias de metro

El caballero del 45

Al llegar a la estación de metro cada día por la mañana se ve a un caballero de quizás unos 80 años, viste un traje más menos de los años 30 y un sombrero tipo boina. Lleva consigo un periódico de hojas muy viejas que han tornado un color amarillento como si llevaran muchos años guardadas, y una bolsita de género en la que lleva una cuchara metálica, una servilleta también de género y unas cuantas galletitas. Tiene una mirada perdida como si buscara algo, algo que tal vez sea muy importante.
Siempre va a las boleterías a comprar un "boleto de tren", aun cuando ahora se utilizan las tarjetas, y se dirige al primer vagón del tren se sienta siempre en el mismo puesto frente a la puerta al lado del pasillo y durante el viaje lee su periódico y toma una expresión muy angustiosa siempre en la misma página.
Me intrigó el hecho de verlo cada día de la misma manera, haciendo las mismas acciones como si fuera parte de un recuerdo, tanto me llamó la atención que comencé a investigar de la vida de este caballero y descubrí una historia que me conmovió inmensamente...
...Era por ahí cerca de la década del '40 terminando el difícil período de las salitreras en Chile el caballero de nombre José fué obrero desde muy niño, siguiendo los pasos de su padre que trabajaba en las salitreras comenzó a trabajar a los 6 años y su historia comienza ahí, fué en ese obscuro lugar donde conoció a doña Marta, ella de la misma edad que José ayudaba a su madre lavando ropa en la casa de los señores Rivas, que eran importantes socios de las empresas del salitre, en uno de esos días el seño Rivas llama al padre de José para que le arregle unas cosas en su casa y éste lleva a José para que lo ayude, ese día conoció a la que sería el amor de su vida, como unos niños comenzaron a jugar m ientras cada una ayudaba a realizar los trabajos de sus padres y comenzó una linda amistad que desde el primer momento mostró rasgos de algo mucho mas fuerte, así cada vez que podías se veían y ya a la edad de 10 años José le dice que ella sería su mujer en unos cuantos años más, fueron creciendo y se fueron amándo y un día decidieron contraer matrimonio claro que esto fué muy difícil ya que Marta era la hija menor y por tradición la hija menor se debe quedar cuidanndo a su madre hasta que muera y tiene prohibido contraer matrimonio, por lo que un día decidieron escapar, jutaron los pocos pesos que ganaba cada uno y así llegaron a lo suficiente para poder irse, pero días antes de que pudieran salir del Norte la familia de Marta debe emprender un viaje a Chiloé y el plan de irse juntos se vió truncado.
La familia de Marta se fué sin dejar rastro y José prometió que la buscaría ya que no perdería al amor de su vida, y así busco por todo Chile, juntando peso a peso para poder viajar sin tocar los ahorros que tenía en conjunto con Marta, jasta que un día a la orilla del río Cautín en Temuco vió la figura de una joven, a esta altura ellos tenían casi 30 años de los cuales casi la mitad José busco a su amor. Esa joven que parecía iluminarse era Marta que al verlo corrió lo abrazó y cerraron esa tortura de estar lejos con un lindo beso, ambos lloraban, pero de Alegría y el le juró que desde ese día no se volverían a separar.
Desde entonces retomaron los planes del viaje y una noche emprendieron rumbo a Santiago, llegaron a un pequeño sité en la calle Mapocho pero todo valía la pena con tal de estar juntos.
Se casaron, y formaron una linda familia, las cosas comenzaron a mejorar, compraron una casa en Ñuñoa, José tenía un buen trabajo, su hijo crecía feliz y su vida cada día era más alegre, pero un día su hijo de 8 años, su único hijo murió en manos de un loco, que por un día de furia atentó contra la vida del niño, fué un dolor tan grande aquel que Marta cae enferma pero al cabo de unos años su condición mejoró pero ya no era como antes y tenía que andar con muletas ya que no podía sostenerse por su cuenta.
Pasaron años difíciles pero aun así eran felices, felices de que a pesar de todo estaban juntos y nada los separaría y pasaron lo que les quedaba de vida juntos con ese amor incondicional que se tenían yh que de seguro aun perdura.
Pero ya de ancianos la enfermedad de Marta fué tan fuerte que el dolor no la dejó vivir, y así la vida de José se oscureció y desde aquel día comenzó una extraña enfermedad que lo hace pensar que el tiempo no ha pasado, el vive aun en los años 40 como si el tiempo no pasara y como si su amor viviera aun junto a él como unos niños que el trabajar es un juego y que pueden soñar que son felices y serán felices toda la vida...
Al conocer la historia no pude contener las lágrimas y es que esa expresión de buscar algo significa un amor que duró toda la vida y que lo ha hecho recordar los días felices que a pesar de lo dificil siempre su amor fué lo más fuerte.